Franz Kafka
La construcción
2024, 96 pp.
ISBN: 978-631-90310-5-8
La construcción es uno de los últimos relatos en los que Kafka trabajó, durante 1923 y 1924, antes de morir.
Narra la neurosis progresiva de un roedor (nunca sabemos con exactitud de qué animal se trata, sólo asistimos a gestos y acciones de su cuerpo) que vive solitario y bajo tierra. La búsqueda de seguridad frente a cualquier hipotético peligro exterior lo lleva a pergeñar un diseño obsesivo de su madriguera, “la construcción”, que incluye rituales de control, reordenamientos de estructuras, argumentos y contraargumentos sobre decisiones tomadas y por tomar.
Aunque en el relato nunca aparecen enemigos reales, el animal cada vez desconfía más y más en sus cuidados, en sus ideas, en sus capacidades físicas (también se siente viejo). Cualquier irregularidad es una fuerte amenaza. Esta manía llega a un pico máximo cuando un sonido, del que no puede explicar su origen, lo lleva a transitar un recorrido existencial que involucra el frenesí, el miedo, el respiro y el desencanto.
La lectura de este relato nos conduce sin remedio a un hermanamiento con el animal. Hoy, cien años después, nos es imposible mirar de soslayo la obsesión por “la construcción” perfecta y el desánimo final inapelable.
Franz Kafka
La construcción
2024, 96 pp.
ISBN: 978-631-90310-5-8
La construcción es uno de los últimos relatos en los que Kafka trabajó, durante 1923 y 1924, antes de morir.
Narra la neurosis progresiva de un roedor (nunca sabemos con exactitud de qué animal se trata, sólo asistimos a gestos y acciones de su cuerpo) que vive solitario y bajo tierra. La búsqueda de seguridad frente a cualquier hipotético peligro exterior lo lleva a pergeñar un diseño obsesivo de su madriguera, “la construcción”, que incluye rituales de control, reordenamientos de estructuras, argumentos y contraargumentos sobre decisiones tomadas y por tomar.
Aunque en el relato nunca aparecen enemigos reales, el animal cada vez desconfía más y más en sus cuidados, en sus ideas, en sus capacidades físicas (también se siente viejo). Cualquier irregularidad es una fuerte amenaza. Esta manía llega a un pico máximo cuando un sonido, del que no puede explicar su origen, lo lleva a transitar un recorrido existencial que involucra el frenesí, el miedo, el respiro y el desencanto.
La lectura de este relato nos conduce sin remedio a un hermanamiento con el animal. Hoy, cien años después, nos es imposible mirar de soslayo la obsesión por “la construcción” perfecta y el desánimo final inapelable.