Nueva antología MERZ de Kurt Schwitters
Merz 20. Catálogo Schwitters (1927). Este nro puede entenderse como una retrospectiva de la obra visual, programática y literaria de Schwitters. Además, fue concebida como catálogo para la exposición itinerante de su obra por Alemania entre 1926 y 1927.
Merz 21. Primer cuaderno de violetas. Pequeña antología de poesía Merz (1931). Esta, junto con la Merz 24, supuso un cambio en la política editorial, ya que fue la única focalizada en lo textual. Ya el subtítulo remarca esta novedad: ánthos (ἄνθος) significa “flor” y légein (λέγειν) “recoger, coleccionar”; la palabra “antología” se convierte en el acto performático de “recoger flores” con el que recopila algunos de sus textos en prosa: “Violetas”, “La lotería del jardín zoológico”, “Schacko Jacco”, y su último texto programático “Yo y mis metas”.
La consciente escenificación que hace Schwitters de sí mismo como artista y el tono irónico con el que habla del futuro son el resultado del conflicto artístico y político de los años 30: la mayoría de las instituciones que amaba (como Der Sturm o la Bauhaus) se encontraban con problemas económicos, y para el año 33 ya ambas habían cerrado sus puertas. Su actividad de diseñador y tipógrafo fue la única posibilidad que halló para acercarse a su público.
MERZ 24. Sonata prístina (1932). La última actividad editorial de Schwitters. Había planificado un número diseñado tipográficamente por Lissitzky. Después de haber tenido una discusión con él, Schwitters asumió el diseño de la partitura, pero el proyecto quedó en la nada. Es así que le encarga la composición tipográfica a Jan Tschichold. Fue su obra poética más completa e importante. Trabajó en la pieza durante 11 años.
Después de 1932, Schwitters no volvió a publicar. Sin embargo, en el exilio, continuó vendiendo su revista. Merz, por sí sola, es su legado artístico-editorial.
Nueva antología MERZ de Kurt Schwitters
Merz 20. Catálogo Schwitters (1927). Este nro puede entenderse como una retrospectiva de la obra visual, programática y literaria de Schwitters. Además, fue concebida como catálogo para la exposición itinerante de su obra por Alemania entre 1926 y 1927.
Merz 21. Primer cuaderno de violetas. Pequeña antología de poesía Merz (1931). Esta, junto con la Merz 24, supuso un cambio en la política editorial, ya que fue la única focalizada en lo textual. Ya el subtítulo remarca esta novedad: ánthos (ἄνθος) significa “flor” y légein (λέγειν) “recoger, coleccionar”; la palabra “antología” se convierte en el acto performático de “recoger flores” con el que recopila algunos de sus textos en prosa: “Violetas”, “La lotería del jardín zoológico”, “Schacko Jacco”, y su último texto programático “Yo y mis metas”.
La consciente escenificación que hace Schwitters de sí mismo como artista y el tono irónico con el que habla del futuro son el resultado del conflicto artístico y político de los años 30: la mayoría de las instituciones que amaba (como Der Sturm o la Bauhaus) se encontraban con problemas económicos, y para el año 33 ya ambas habían cerrado sus puertas. Su actividad de diseñador y tipógrafo fue la única posibilidad que halló para acercarse a su público.
MERZ 24. Sonata prístina (1932). La última actividad editorial de Schwitters. Había planificado un número diseñado tipográficamente por Lissitzky. Después de haber tenido una discusión con él, Schwitters asumió el diseño de la partitura, pero el proyecto quedó en la nada. Es así que le encarga la composición tipográfica a Jan Tschichold. Fue su obra poética más completa e importante. Trabajó en la pieza durante 11 años.
Después de 1932, Schwitters no volvió a publicar. Sin embargo, en el exilio, continuó vendiendo su revista. Merz, por sí sola, es su legado artístico-editorial.