2023, 208 pp.
isbn: 978-987-48649-6-3
Egon Schiele nació el 12 de junio de 1890 en Tulln (Austria). Fue un artista clave para el movimiento expresionista. A sus 20 años ya había adquirido un estilo propio, caracterizado, en parte, por el enfoque erótico del cuerpo humano y la exploración de la sexualidad. Y lo más importante: su herramienta era simplemente el dibujo, nada de óleos que evocan lo carnal en la tradición pictórica. Arthur Danto en “Live Flesh” dice: “Schiele demostró lo notablemente carnales que pueden ser las acuarelas lavadas, transparentes, de cuerpos delgados y pálidos.”
Sus trabajos se componen de líneas angulosas y gestos exagerados, que suelen transmitir cierta intensidad emocional y una sensación de vulnerabilidad. Schiele hizo retratos, autorretratos, paisajes y desnudos, y expuso, en ellos, tanto una profunda introspección psicológica como una mirada cruda hacia la experiencia humana.
En su tiempo, su arte fue considerado escandaloso y provocador debido a su representación explícita del cuerpo. Tanto que fue preso por dejar dibujos suyos a la vista de menores en su taller, aunque las causas de su arresto aún siguen siendo controversiales. Su mirada de la sexualidad lo hace único entre sus contemporáneos:
“De alguna manera, el sexo [en la historia del arte] estuvo destinado a ser transfigurador, una forma de trascender las sudorosas realidades de la carne representada. Las figuras de Schiele, por el contrario, son crudas, peludas y huesudas, sus cuerpos jóvenes están marcados por zonas eróticas como mapas que marcan dónde tocarse. El sexo es para los que existen, la esencia de sus vidas. Es un fin en sí mismo, no un medio para la transfiguración.” (A. Danto). Esa va a ser su influencia indiscutible en el arte moderno y su legado actual en nuestros días.
En esta edición, reunimos cartas, documentos y poemas que revelan al artista inmerso en un proceso creativo constante, pero también a ese chico inmaduro, en la búsqueda permanente de cómo vivir del arte, lidiando con mecenas enojados, con un tío que le quita la tutela, con la muerte del padre y el reclamo de la madre. Vacaciones con su amante, despilfarros y la guerra. Líder de artistas agrupados y manifiestos, exposiciones y rechazos. Y otra vez la guerra, reclutado/no reclutado, siempre interponiéndose en su visión, pero nunca como temática en su obra.
La carrera de Schiele fue truncada por su prematura muerte a los 28 años, víctima de la gripe española en 1918, en plena pandemia que afectó a gran parte del mundo, incluida su esposa Edith, embarazada del primer hijo juntos. A pesar de su corta vida, es uno de los artistas más influyentes del siglo XX.
2023, 208 pp.
isbn: 978-987-48649-6-3
Egon Schiele nació el 12 de junio de 1890 en Tulln (Austria). Fue un artista clave para el movimiento expresionista. A sus 20 años ya había adquirido un estilo propio, caracterizado, en parte, por el enfoque erótico del cuerpo humano y la exploración de la sexualidad. Y lo más importante: su herramienta era simplemente el dibujo, nada de óleos que evocan lo carnal en la tradición pictórica. Arthur Danto en “Live Flesh” dice: “Schiele demostró lo notablemente carnales que pueden ser las acuarelas lavadas, transparentes, de cuerpos delgados y pálidos.”
Sus trabajos se componen de líneas angulosas y gestos exagerados, que suelen transmitir cierta intensidad emocional y una sensación de vulnerabilidad. Schiele hizo retratos, autorretratos, paisajes y desnudos, y expuso, en ellos, tanto una profunda introspección psicológica como una mirada cruda hacia la experiencia humana.
En su tiempo, su arte fue considerado escandaloso y provocador debido a su representación explícita del cuerpo. Tanto que fue preso por dejar dibujos suyos a la vista de menores en su taller, aunque las causas de su arresto aún siguen siendo controversiales. Su mirada de la sexualidad lo hace único entre sus contemporáneos:
“De alguna manera, el sexo [en la historia del arte] estuvo destinado a ser transfigurador, una forma de trascender las sudorosas realidades de la carne representada. Las figuras de Schiele, por el contrario, son crudas, peludas y huesudas, sus cuerpos jóvenes están marcados por zonas eróticas como mapas que marcan dónde tocarse. El sexo es para los que existen, la esencia de sus vidas. Es un fin en sí mismo, no un medio para la transfiguración.” (A. Danto). Esa va a ser su influencia indiscutible en el arte moderno y su legado actual en nuestros días.
En esta edición, reunimos cartas, documentos y poemas que revelan al artista inmerso en un proceso creativo constante, pero también a ese chico inmaduro, en la búsqueda permanente de cómo vivir del arte, lidiando con mecenas enojados, con un tío que le quita la tutela, con la muerte del padre y el reclamo de la madre. Vacaciones con su amante, despilfarros y la guerra. Líder de artistas agrupados y manifiestos, exposiciones y rechazos. Y otra vez la guerra, reclutado/no reclutado, siempre interponiéndose en su visión, pero nunca como temática en su obra.
La carrera de Schiele fue truncada por su prematura muerte a los 28 años, víctima de la gripe española en 1918, en plena pandemia que afectó a gran parte del mundo, incluida su esposa Edith, embarazada del primer hijo juntos. A pesar de su corta vida, es uno de los artistas más influyentes del siglo XX.